Algunas tribus ven a las ballenas como los descendientes de Tangaroa, el dios del océano. Las ballenas poseen un significado tapu (sagrado) para los maoríes como seres sobrenaturales y como presagios de cambio personal y crecimiento espiritual.

Cuando las ballenas aparecieron en largos viajes en waka (canoa) a través del océano Pacífico, fueron vistas por los maoríes como una señal de que los iwi (tribu) deberían establecerse en un lugar en particular. Además, eran vistos como guardianes benévolos cuando nadaban junto al waka, guiando el camino a través de las tumultuosas tormentas del Pacífico hacia la seguridad de la tierra.

Un ejemplo popular de esto se representa en el aclamado libro de Whiti Ihimeara Whale Rider, que se convirtió en una conocida película de Nueva Zelanda. La historia sigue a Pai, una niña que es descendiente tribal de Paikea, un legendario antepasado maorí de la tribu Ngati Porou de Gisborne. Las leyendas dicen que Paikea fue salvado por una ballena y viajó desde Hawaiki (la tierra ancestral del pueblo maorí) a Gisborne montando en la espalda de un taniwha.

¿QUÉ ES UN TANIWHA?

Entonces, ¿qué es un taniwha, te preguntas? ¡Buena pregunta! Son monstruos magníficos, a veces que habitan en el mar, pero a menudo languidecen en los ríos y cuevas de Nueva Zelanda. Muestran impresionantes hazañas de poder físico y fuerza en sus cuerpos, aunque también tienen poderes espirituales que pueden ser protectores o amenazantes en la naturaleza dependiendo de la creencia de los iwi (tribu). En algunas historias tradicionales de taniwha, atrapaban a las mujeres y las tomaban como esposas. El taniwha tendría que ser asesinado por la tribu para que la mujer regresara a su whanau (familia).